¡Participa en el 1er Festival de Ajedrez virtual AsoHelvetia!

Estimado Exalumno:

Participa e invita a tu familia a participar en el 1er Festival de Ajedrez Virtual de AsoHelvetia

¡Inscripciones hasta el 17 de septiembre!

1) Regístrate para participar en la plataforma Lichess, en el siguiente enlace: https://lichess.org/signup

2) Llena el formulario de inscripción y adjunta el pago, en el siguiente enlace: https://forms.gle/A79Rn6nSpbSam1Mo8

Cualquier dificultad que se presente en el proceso de inscripción por favor contactarse a los correos informacion@asohelvetia.com y shicasa@hotmail.com, anotando en el mensaje su nombre y número de celular.

3) Prográmate para asistir al Congreso Técnico el lunes 20 de septiembre de 5:30 p.m. a 6:30 p.m.

El congreso se realizará por Zoom con el siguiente enlace:
https://us04web.zoom.us/j/72646018713?pwd=Rk1Fd1I2NDVISS9RdnR0bVFLZnVFZz09Código de acceso: KzP6BV

Bienvenida a Sylvie Thorens, nueva rectora del Colegio Helvetia

Con el inicio de este nuevo año escolar damos un cordial y afectuoso saludo a Sylvie Thorens, la primera mujer rectora en el Colegio Helvetia.
Nos alegra mucho su regreso a Colombia y al Colegio y le deseamos el mayor de los éxitos en su nueva labor.

Les dejamos el enlace del video de su presentación.

https://www.youtube.com/watch?v=70byLA7znPg&t=84s

¡Buen viento y buena mar Cédric!

AsoHelvetia desea agradecer al saliente rector del Colegio Helvetia, Cédric Schuppisser todo el apoyo recibido en estos años, su participación en nuestros eventos, nuestras asambleas, y en especial por impulsar nuevamente el acercamiento de los exalumnos al colegio, nuestra segunda casa. Nos sentimos de nuevo bienvenidos a ese lugar donde pasamos gran parte de nuestros primeros años.

Nuestros mejores deseos en el nuevo trabajo en Suiza; aquí queda Colombia, Bogotá, el Colegio Helvetia y sus exalumnos, con un sentimiento de gratitud.
Hasta pronto ………… Au revoir …………….Bis bald

En Memoria de Ana María Arango Jiménez

Asohelvetia se une al sentimiento de pesar por el fallecimiento de Ana María Arango Jiménez y comparte este texto escrito por sus compañeros de colegio en su memoria, en el primer mes de su partida.

Para Ana

Algún día construiré una casa tapizada en terciopelo en nombre de esa carta que nunca llegó, de esa risa contagiosa y de esas zancadas gigantes de una niña loca con sombrero de Speedy González que nos marcó para siempre.

Estará decorada con frutas de todos los colores, que nunca se pudran, y cada cuarto tendrá el aroma de una de ellas: manzana, piña, arándanos, ciruela, durazno… (papaya quizás no). Además, todas las ventanas de la casa tendrán un filtro ultravioleta reforzado, para que los rayos de sol que entren a calentarla acaricien la piel sin lastimarla.

Tiene que haber un closet enorme, para que guardes toda tu ropa y la que falta por llegar, no solo son telas, llevan consigo tu afecto, y un millón de significados que les impregnas cada día, tu estado emocional, tu posición política, y una historia particular tras cada objeto, como el collar que te regaló Martha o el saco que diseñaste para tu monografía.

Y un cuarto lleno de libros y una cama que casi no deja espacio para caminar, donde se habla solo de cosas que se pueden explicar de más de una forma y tú eres la única que sabe cuál es la correcta. Donde defines que el romance es lo único que vale la pena y a lo único a lo que no hay que acercarse; donde los buenos líquidos para el cuerpo son agua de la isla Fiji y el vodka de vainilla, los buenos planes son un bowl vegano planeado y una escapada nocturna sin expectativas; y las preocupaciones del día se discuten como un efímero estorbo y un eterno testigo de la autenticidad de tu apoyo incondicional y tu amistad.

Nos quedaríamos horas encerradas burlándonos de todo y riéndonos como unas locas, poniendo música de fiesta, pero también la música más romántica. Comeríamos sanduche de zapallo con jugo de lulo o solo nos quedaríamos acostadas en la cama hablando de bobadas y mirando al techo.

De vez en cuando prenderé un palo santo y cerraré los ojos para escucharte galopar por toda la casa como solías hacerlo en la tuya. Además, escucharé nuestras risas en el fondo de mi memoria para contagiarme de tu alegría.

Habrá una pintura de Cartagena, para acordarse de la aventura por las calles de la ciudad amurallada para conseguir LA mejor ensalada de Crepes y Waffles, para después comerla sobre la muralla acompañados del atardecer. Nadie mejor para un paseo así.
En la esquina hay un pequeño cuadro hecho por mi -del cual solamente me dirás que me quedó horrible y “muy de mi estilo”- con una frase que me dijiste en un desayuno en el que comiste una hamburguesa y tres milos mientras te miraba asombrada; “es que me di cuenta con la enfermedad, que la vida hay que disfrutarla y vivirla mucho más”. Gracias por enseñarme a vivir. Te llevo conmigo siempre.

En la cocina tendré toneladas de esa comida vegana, para llenar platos y bandejas como esas que te servías en el colegio,

Tu mousse de chocolate hecho de aguacate que no sabe a aguacate.

Y el recuerdo de mi primer brownie vegano, nunca me voy a olvidar del sabor. Gracias por compartir conmigo tantos días, tantas risas. Fuiste gran parte de mi alegría en el colegio y estaré siempre agradecido contigo y tu energía que todavía contagia desde donde sea que venga. Te adoro, Anita, la fashionista vegana.

Sólo recuerdos hermosos, recuerdos bellos. Crisis en la universidad que nos ayudamos y siempre terminamos riendo, un tote bag, las cartas de amor de chiquitos y una sonrisa siempre me van a llenar el alma de Anita, eterna.

Pensaré en todas las risas en el bus del colegio cuando éramos pequeñas, las canciones que compusimos mientras el recorrido iba por la ciudad, y los inventos para comer galletas usando un esfero y que no nos dijeran que no. No olvidaré la cinnamon challenge y todas las actividades que quisimos intentar solo por una risa. Te recordaré con tu alegría, tu cariño, tu sonrisa y tu certitud al verlo todo con un humor romántico que llevaré conmigo.

De tus berichos.

Recordando A La Profesora Pepita Gómez

María Josefa Charria de Gómez- Alias Pepita o la Señora Pepita.  Bogotá (1.929-2021)
Homenaje de sus hijos al cumplirse dos meses de su fallecimiento.

Pepita amó su vida y su profesión.  Se formó en el Instituto Pedagógico, comenzó su labor de enseñanza en el Gimnasio Moderno, en el Colegio Helvetia fue profesora por más de 30 años y finalmente colaboró en la Escuela del Barrio Juan XXIII. En estas instituciones tuvieron la fortuna de tenerla, acompañando a crecer a muchos niños y jóvenes y de su mano encontrando la pregunta, manteniendo la sorpresa y fortaleciendo su confianza en la vida.

Maestra impecable, amiga amorosa, mujer con tesón y de admirable valor, son algunos de los adjetivos que hoy le han regalado alumnos, amigos y familiares al escribirnos para referirse a su partida.  Compartimos algunos de los saludos recibidos.

Dice Philipe Lattion “Mi papá la molestaba mucho con la canción Pepita mi corazón, y no le gustaba para nada. Qué bellas épocas, se encontrarán en el mas allá, deseándole un buen y eterno viaje a lo desconocido. Las estrellas brillaran de todas sus centelleantes gamas de colores”

Silvia Murer recuerda : “Pepita fue una excelente profesora, estricta pero justa. Sus clases de historia y geografía eran geniales. Recuerdo que un día nos llevó hacia los laboratorios de física y química que quedaban en el segundo piso, donde había un balconcito perfecto para interpretar aquel momento histórico del florero de Llorente. Los compañeros más atrevidos actuaban en nombre del virreinato y a nosotros los demás mortales nos tocaba de criollos, armados de nuestras reglas de madera y haciendo bulla como si fuera la revuelta original.

Y ¿cómo olvidar ese cuaderno de geografía con las espigas de cebada o las hojas de tabaco pegadas según íbamos pasando de región en región de este enorme país nuestro que ella tanto amó? Pero, francamente, ¿cómo motivarnos en castellano? No recuerdo más que sufrimientos, reglas de gramática y ortografía sin sentido y poesías larguísimas para grabarse de memoria, ¡qué horror! Al menos la compensación eran los ensayos de bailes típicos que organizaba con el profesor Castillo, y luego la representación durante la sesión final de cada año con los trajes elegantes o típicos y toda la decoración necesaria.

Gracias a que mi mamá y mi tía Beatriz (profesora de biología en el Nueva Granada) eran amigas de Pepita, tuve la suerte de conocerla en su vida privada también, especialmente cuando pasó unas vacaciones en nuestra casa de Coveñas. Durante años practicó el yoga que enseñaba Rena Jeanneret (la tía de la linda Nicole) y por eso hasta bien entrada en años se conservó divinamente. Además, era muy fácil y alegre durante los viajes, en los cuales aprendía uno cantidades gracias a sus observaciones. Uno de esos fue en 1982 por Europa con mis hermanas y mi mamá, por tren, barco y hovercraft para atravesar el canal de la Mancha, donde le dio un mareo atroz pues aún no existía el túnel. Finalmente, Pepita no sólo devoraba libros sino que tenía una memoria excelente, así que era un placer recibir sus recomendaciones para comprar los más interesantes y mejor escritos.

¡Qué suerte haberla conocido!

PS: Añadí los signos que abren la interrogación y la exclamación únicamente en honor a Pepita ¿Alguien los usa todavía?”

Julián Serna escribe : “ Me acuerdo del mapa de Cundinamarca con las tres cordilleras de plastilina y el mapa del Distrito Especial con los pueblos vecinos de Bogotá: Suba, Usaquén, Engativá, Fontibón, Bosa y Usme. En ese orden claro! Y tocaba indicar con el brazo hacia dónde quedaban.”

De Felipe Muñoz: “Muy querida. Amable. Con rigor pero con una gran dulzura nos llevó de la mano. Entre gallos y media noche recuerdo las regiones cundinamarquesas que debimos aprender entonces. Tal vez, porque Germán era otro más, parecía y actuaba como una gran mamá. Solo gratitud e infinito aprecio.”

Ana Cristina Guzmán trae a la memoria  “ los dictados, tildes bien ubicadas, puntuación, el inmenso cuaderno de mapas donde dibujamos el croquis de Colombia con sus accidentes geográficos y sobre todo sus ojos vigilantes a la hora del almuerzo y el recreo. Todavía sabemos escribir bien, con buena ortografía y usando un sin número de reglas gramaticales que están grabadas en nuestra memoria”.

Juan Pablo Parra anota que “ nos es posible recordar con mucho amor a la mujer dulce y maravillosa que nos enseñó a leer y a escribir y que me mostro el camino fantástico de las letras.”

Hermana y familiar generosa que, con pequeños detalles fue poblando su vida para encontrar en ella la alegría a través de las muestras y los recuerdos de su amor por Carlos Gómez su marido, por sus hijos y sus nueras, por cada uno de sus nietos y bisnietos, sobrinos y hermanos. Para todos ellos fue sostén en los momentos difíciles y compañía deliciosa de intrépidas o sencillas aventuras.

¡Gracias a nuestra Pepita por haber estado con nosotros en esta vida. Con tu sonrisa conmovida seguirás acompañando a todos los que contigo nos encontramos!

El Negro y Pepe.

Recordando a Juliana Villa Morales

Juli Juli,

Te fuiste de nuestras vidas hace un año; pero no importa cuánto tiempo pase, te quedaste en el corazón de todos intacta, con esa risa contagiosa y tu linda sonrisa que nos va a hacer acordarnos de ti siempre con mucho amor y con el sentimiento imborrable de una amiga amorosa y auténtica.

Hoy cuando recordamos tu vida, entendemos que viniste a enseñarnos que todo es posible, que se construye desde la confianza, que se vive con intensidad gozando cada minuto que pasa y que cualquier situación de la vida se enfrenta con valentía. Viniste a llenarnos de colores para que simplemente te recordemos con una sonrisa desde el corazón.

Gracias  por habernos escogido para caminar juntos en tus sueños como mamá, como socia, como amiga y como hermana.

 

Aquí honra tu vida la familia enorme de personas que te adoramos, que te admiramos y que le hablaremos por siempre a Antonio y a Martina de la belleza, ternura y firmeza que te hicieron única.

Te adoramos y vivirás eternamente en nuestros corazones.

Tus amigos helvetianos del alma.

Entérate de cómo fue nuestro evento del Día de No cometas

AsoHelvetia

Día de NO Cometas y Cata de Vino

El sábado 5 de diciembre nos reunimos exalumnos de varias generaciones para, al calor de la amistad y los recuerdos, aprender las nociones básicas de la cata de vinos. Con este evento quisimos llenar el vacío que dejó en nuestros asociados este año de pandemia que no nos permitió encontrarnos para el tradicional Día de las Cometas.

Iniciamos con una sorpresa: la presentación del video que realizó AsoHelvetia para dejar un registro del himno del colegio, que conocieron los alumnos entre los años 60 y 80, y que después se dejó de cantar. La interpretación estuvo a cargo del coro de exalumnos que se conformó en 2019, y el video contó con la producción de Tomás Reines, exalumno del 2004.

Nuestro maestro en la cata, Nicolás Reines, egresado en 2001, excedió nuestras expectativas en materia de conocimiento y calidades comunicativas y humanas. Nicolás, además de un orgulloso miembro de nuestra comunidad helvetiana, es un Sommelier profesional, nombrado como mejor Sommelier de Colombia en 2014, y ha representado a nuestro país en concursos internacionales. A través de su amena charla nos enseñó los mitos del vino, cómo usar la nariz como herramienta esencial para la degustación y nos inició en este camino de conocimiento. Esperamos continuar avanzando de su mano en este ejercicio. ¡Gracias Nicolás!

Luego de esta estimulante actividad, presentamos los nuevos buzos de la Asociación, disponibles en todas las tallas, que se pueden adquirir a través de nuestra página web.

También tuvimos el lanzamiento de la colección completa de los anuarios digitalizados, desde el primero, publicado en 1964, hasta el correspondiente a 2020. Los asistentes escogieron algunos para verlos en línea, con fondo musical preparado para cada década. Así, emprendimos un recorrido en el que encontramos personajes entrañables de diversas épocas del colegio.

Los anuarios se pueden ver en nuestro sitio web, con el código que aparece en los carnés de AsoHelvetia expedidos desde 2018. Así que ¡a solicitar el carné quienes nunca lo han tenido, o a pedir su reemplazo sin costo, si tienen uno no numerado!

Terminamos con la rifa de dos kits preparados para Navidad por la Fundación Suizo Colombiana, que adquirimos en solidaridad con esta institución que por la pandemia no pudo llevar a cabo su tradicional bazar. Como parte de la comunidad helvetiana nos apoyamos en tiempos difíciles.

Hasta nuestro próximo encuentro, ojalá presencial, ¡les deseamos unas muy felices fiestas!